Reflexión sobre el habitar
Habitar es un concepto muy amplio y que puede ser
entendido de muchas maneras distintas, y algunas veces contradictorias. Se
trata de un término muy ambiguo y amplio que crea mucho debate cuando se
intenta definir. Deriva del latín habitare que significa “ocupar un lugar”,
“vivir en él”, de ahí que se defina habitar como “Vivir, ocupar habitualmente un lugar o casa”. Pero si nos tomamos
al pie de la letra esta definición, podemos decir que por el simple hecho de
nacer ya estamos habitando, tomando la Tierra como lugar en el que vamos a
vivir y ocupar habitualmente.
En esta reflexión nos encontramos con un nuevo término,
igual o, si cabe, más ambiguo: el lugar. Proviene también del latín, más
concretamente del término localis, de locus, cuyo significado es “espacio
ocupado, localidad, cargo, posición”, y esta definición introduce un nuevo
concepto a tener en cuenta, el espacio. La palabra espacio proviene del latín
spatium, que es “la distancia entre dos puntos, o él área o él volumen entre
límites determinados”. Por así decirlo, el espacio es aquel sitio en el que
cabe la materia. Por ello, es importante tener claro que un espacio no es un
lugar; sin embargo, un lugar es necesariamente un espacio, pero con una serie
de condiciones añadidas.
Como
todos sabemos, el espacio tiene para nosotros los arquitectos una tarea
fundamental, que es la de jugar ese papel protagonista en la obra arquitectónica.
Pero cuando hablamos de lugar la
cosa cambia. Lugar es un concepto muy
ligado al de espacio, como ya hemos comentado, pero que además encierra más
condiciones que las del espacio en sí. Su etimología ya nos da una pista
importante acerca de esa condición a la que nos referimos.
Nos
topamos ahora con el concepto ocupar. Es este concepto el que básicamente
diferencia un lugar de un espacio. Un lugar implica una ocupación, implica que
haya alguien habitando ese espacio. Es, pues, el término habitar el que acrecienta la idea de un nuevo
elemento en el espacio: el hombre. El espacio gana el valor, el significado y
la condición de lugar con la simple presencia del hombre.
Como en
el pensamiento humanista, es el hombre el que al final dota de valor a las
cosas, y es por ello por lo que el lugar tiene esa condición de lugar en sí
mismo, porque es el sitio en el que se halla el ser humano. Para que un lugar
lo sea verdaderamente, ha de estar habitado por el hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario